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miércoles, 1 de abril de 2020

El Reloj Maldito… Capitulo Venezuela.

Todo comienza con la obra de unos artesanos españoles, a solicitud del Presidente de Venezuela de la época, Antonio Guzmán Blanco.

Antonio Guzmán Blanco
Antonio tiene la necesidad de manejar la jornada laboral de los trabajadores en sus tierras, conocer como estaban los distintos cultivos, en las zonas de Copetón, Santa Efigenia, Altamira y las Palmas, en Güigüe Estado Carabobo, entre los que destaca el café.

El dueño de la pieza no podía dejar de contemplar la belleza del reloj, ni escapar del encantador Tic Tac.

Trabajadores del campo de la época
El nombre de la población de Güigüe fue entregado por los españoles en el año 1724, gracias a los tenues chillidos o silbidos que emiten los sapos de aquella zona.

El reloj, es una pieza de cuatro caras de aproximadamente 8 metros de altura, posee un barómetro, un termómetro y una vareta que indica la dirección del viento.  



Sin embargo, cuando llega el artilugio a los dominios de su segundo dueño es que comienza la leyenda. El reconocido hacendado Antonio Pimentel en el año 1906 realiza un impresionante préstamo de 400.000, 00 pesos al benemérito Juan Vicente Gómez, general que después sería conocido como el dictador que gobernaría a Venezuela con censura, violencia desmedida y nepotismo por 27 años.

Juan Vicente Gomez
Gómez, mucho después como retribución, le daría a Pimentel varios altos cargos durante su extenso gobierno, aparte de que lo hizo su compadre al bautizar al hijo del presidente, Florencio Gómez Núñez en la capilla del Palacio de Miraflores en 1908.

Pimentel era dueño de una hacienda cercana a la población de Güigüe, “El Trompillo”, que compartía con “El Bagre” Gómez, quien daría la orden de trasladar este medidor del tiempo a dicho patrimonio, para cumplir la misma función establecida por Guzmán Blanco, manejar la jornada laboral de los trabajadores.

El Benemérito, hombre recio que se formó en medio de combates, siempre victorioso de las guerras que confronto y orgulloso del poder que tenía, también cayó preso de los encantos del reloj.
A la par, con el pasar de los años, el dictador sufre los embates del tiempo, del cual nadie escapa. Enfermedades como la diabetes, las heridas por las confrontaciones militares y la edad, se transformaron en sus principales enemigos.  

El viejo Benemérito, otra extraña casualidad que lo rodea. Nace el 24 de julio de 1857, y muere el 17 de diciembre de 1935.
Coincide con la fecha de natalicio y muerte de Simón Bolívar..
Gómez creía que era la reencarnación de El Libertador.
Gómez, va a pasar un tiempo en la hacienda de “El Trompillo”, a ver si se le pasan los males y sigue gobernando. Una noche en la hacienda, mientras veía el reloj, el benemérito exclamo:

“¡Ya está bueno!... ¡carajo! No va a ser usted el único que no me obedezca. Esa cuerda se le va a acabar. No va a marcar más el tiempo… ¡por Dios y Santa María que no! Y cualquiera que se le acerque con intenciones de echarlo a andar, va a pagar las consecuencias. Usted solo va a medir el tiempo que les quede, por insolentes”.

Poco tiempo después, el General va perdiendo fuerzas. Una de las domesticas de la hacienda contactan a su médico de cabecera, el Dr. Pedro del Corral, quien realiza los tratamientos respectivos. El benemérito pide ir a su ciudad natal, a la quinta “Las Delicias”, donde llega el 14 de noviembre de 1935.

Casa del Benemérito, dentro del Zoológico de Las Delicias, Maracay Estado Aragua.
El Dr. Pedro del Corral realiza las pruebas de rigor, y nota que el general se dirigía a su desenlace fatal, que se consumaría el 17 de diciembre de 1935 a las 11:45 de la noche. Ese mismo día, a la misma hora, a una gran distancia, se detendría el Reloj.

Obituario publicado por el Diario La Religión
Luego de esto, el reloj fue trasladado de la hacienda “El Trompillo” a la población de Güigüe, y aun sin funcionar se coloca en la plaza de la población.

La Maldición.

En el año 1940, Salvatore Consoli fue contratado por la municipalidad para arreglar el artefacto y mantenerse como técnico encargado. Comienza la Segunda Guerra Mundial, y el relojero decide irse a Italia, muere al llegar a su pueblo natal, Ese mismo día, el reloj detendría su marcha a la hora del fallecimiento de Consoli. 



Luego Andrés Mijares, en homenaje a la memoria de su amigo Salvatore, pondría sus esfuerzos para hacer funcionar el reloj nuevamente.  Andrés Avelino Mijares, alias “Chepia” murió horas después de reparar el reloj en la ciudad de Maracay, específicamente en el Barrio el Piñonal, Av. Circunvalación numero 12 el día 29 de febrero del año 1963, repitiéndose la misma situación, se detienen las agujas del reloj a la hora del deceso. 



Al final de la década de los 60´s, Juan Lorenzo decide brindar sus servicios para poner en marcha al reloj, Logra que el mecanismo del aparato funcione nuevamente, hasta la muerte del relojero pocas semanas después en una ciudad cercana a Güigüe. La “falla” se presenta y se detiene el aparato, a la hora del fallecimiento de Lorenzo.

El caso más reciente.

Es del año 2013. Un relojero de origen suizo llamado Crónida Piaget, luego de escuchar los relatos de los lugareños sobre la maldición, decidió observar el reloj. Determino que, posiblemente, el tratamiento brindado por sus antecesores generaba una reacción toxica, lo que derivaba en los desenlaces fatales, los errajes del reloj eran tratados con ácidos, todo tiene que ver con la química.

Sin embargo, no podía explicar la aterradora coincidencia con las horas marcadas por el reloj, al momento del fallecimiento de los técnicos que le intervinieron a lo largo del tiempo.

Toma su computadora y analiza las posibles reacciones químicas que le podrían afectar al arreglar el reloj. Decide adquirir un traje especial para echar andar al reloj nuevamente.



Un día lluvioso, mientras Piaget de 47 años leía un libro y escuchaba música, le pareció ver cerca de un carruaje antiguo, desde su habitación en una posada de Güigüe, a un hombre vestido con uniforme militar antiguo. Salió a revisar y no vio nadie, el carruaje estaba solo, le restó importancia al asunto. Quizás fue un efecto del cansancio.

El día pautado para arreglar el reloj que se encuentra ubicado en el Municipio Carlos Arvelo del Estado Carabobo, Piaget recibe una llamada, le informan que la madre de sus hijos estaba enferma, por lo que viaja inmediatamente a Suiza.

Poco tiempo después regresa a cumplir con su cometido.  Tomo las precauciones necesarias para hacer su trabajo, y logro a hacer andar el reloj nuevamente. Había roto la maldición, pensaban muchos en aquel momento.

Al tiempo decide irse de Venezuela, en un vuelo, cuya escala era en Madrid para luego llegar definitivamente a Suiza. Nadie sabe el motivo por el cual no tomó un vuelo directo a su país natal.

Su cuerpo fue encontrado en un hotel de Madrid. Hora estimada del deceso, 3:20 de la tarde, la misma hora que marca el reloj en la Plaza Ávila de Güigüe en el momento que usted culmina esta lectura. 

Fuentes: